Pseudo experimentos en la tele: Amor a la fuerza.

El amor filtra la realidad.

El otro día en el hormiguero emitieron una selección de imágenes de su último (Pseudo) experimento (al que no te voy a enlazar, lo buscas si tienes interés) donde arreglaban un encuentro, como si de una web de estas de moda sobre contactos se tratara, entre dos personas, chico y chica en todos los casos, que decían hablar sobre el amor de sus vidas, el amor verdadero, que, según este programa, sólo se puede sentir una vez (al parecer no puedes amar a tu papá y a tu mamá a la vez. Puede que incluso eso no sea amor, sino otra cosa). Como curiosidad: en todos los casos era la mujer la que hablaba y recordaba sobre su amor verdadero, ese que nunca muere, y como este marcó su vida para siempre, con dramatismo en uno de los casos. No sé si las asociaciones feministas tienen algo que decir de todo esto, pero yo sí. Estoy casi seguro de que las parejas homosexuales también han caído en la trampa del único amor verdadero en alguna ocasión. Estoy casi seguro también de que los chicos heterosexuales también podríamos hablar sobre nuestro amor verdadero, el único, the best. Pero no, fueron  mujeres las entrevistadas en primer lugar, o al menos así se presenta el vídeo. Ahm, para compensar, el único infiel es un chico, que reconoce haberse olvidado de estar casado: muy masculino ese olvido ¿verdad?.

Claro, se ven, después de no se cuántos años y ¡Oh! que alegría volver a verte, ¡cuánto amor siento, que enamoradx estoy de ti!. Personas con sus vidas, relaciones estables, incapaces de pasar página, o peor, con la capacidad de tirarlo todo a la mierda por algo que no existe y nunca existió. Carne de cañón: No puede desaparecer algo que nunca existió, no puede irse algo que nunca estuvo, no puede hacerse invisible algo que NO ES. La memoria, tu memoria, se ha encargado de protegerte y olvidar los malos tragos que, aquella o aquel, te hizo pasar y ya sólo recuerda lo que sentías los primeros días, lo que fueron tus primeros besos y las dichosas mariposas en tu estómago de adolescente invadido por hormonas. Vamos que tu cabecita sólo guarda las fotografías bonitas, retocadas además. Las otra las guardó en el fondo de algún cajón de difícil acceso o directamente las tiró al río. Por eso no existe: te enamoraste de una mentira, como todas las personas que se enamoran, de una imagen perfecta que tú (yo y todxs) te creaste y que según pasó el tiempo fue dejando paso a las verdaderas personas que erais. Y en ese momento se acabó. Tú, él o ella, alguien decidió que aquello no era lo que quería en su vida y en poco o nada se parecía a lo que se había imaginado. Ahora, sin embargo, como las fotos feas las tiraste, sólo puedes revisar las bonitas, y así pasa.

Ahora, ni se sabe cuántos años después, de repente, en una encerrona en toda regla, te arreglan una cita a ciegas con tu ex y cuando te destapan los ojos no ves la persona que tienes delante, sino la persona de la que tú te enamoraste (que recuerda que no existe, ni existía, ni existirá) y como por arte de magia surge el amor, cariño, deseo. Pero es todo mentira. No lo que sientes, que es absolutamente verdad, sino la persona que tienes delante: No es, no es real la persona que estás viendo (bueno, sí que lo es, pero sólo para tí, sólo en cabeza invadida por recuerdos). Excepto en el caso de que te fuera tan, tan, tan mal que aún tengas fresco lo que sucedió,  existe el riesgo de caer en la tentación. Y han caído. Nada dura tanto como lo que no existe, que dura para siempre, puesto que no se puede terminar algo que no es, ni jamás empezó. Nada es mas goloso que la opción de vivir (revivir) algo perfecto, que por perfecto es imposible. Volver a la adolescencia es ya de por sí un caramelo muy apetecible, al que si también le sumas el amor verdadero y perfecto (el que no es) conforman una mezcla embriagadora y destructiva. Alguna de las parejas de los participantes debe estar muy contenta con todo esto.

Y supongo que está bien, a mi me gustó, hasta me conmovió: Que bonito, después de tantos años se encuentran y se re-enamoran ¿o no?. La cosa es si es tú amor verdadero esa persona que tienes delante, y de verdad lo es ¿qué narices haces con una persona a la que no amas de verdad?. Allá cada uno ¿no?. Para terminar el vídeo presentación del pseudo-experimento escriben: "Cuando surja el amor no lo dejes escapar". ¿Y si la otra parte no siente lo mismo? ¿Le hacemos las 36 famosas preguntas para enamorar a esa parte?. Pero está bien chulo. El amor todo lo puede. O algo así.

Y tú, ¿cómo vas de amor verdadero?

PD: Hablo de pseudo-experimento por varios motivos: ¿Cómo eligieron a la muestra, para que les saliera bien el experimento? ¿Es representativa? ¿Aporta conocimiento? ¿Cómo miden, evalúan y gestionan la información recogida? y ¿cómo la recogen? ¿Qué objetivos persiguen? ¿qué hipótesis tienen ? ¿qué variables controlan? Puede que esté equivocado y haya sido un experimento en toda regla, aunque mucho me temo que no.