Ayer se me presentó una visión en forma de explicación a esta maldita nostalgia. No es del todo saludable andar comparando el presente con el pasado, por aquello de que el pasado no es más que una recreación que mi cerebro, mente o quién sea que la haga, hace sobre lo que "realmente" pasó. En fin, si aún a malas lo que sucedió es más o menos real, ni tan mal, dado que añoras algo que tuviste (o crees que existió) y el presente se la juega con el pasado, más o menos, en igualdad de condiciones. Así que las opciones de que el presente gané existen, y pueden ser más o menos altas en función de lo más o menos fuerte que estés en ese momento. Dentro de lo malo, lo menos malo.
Confundido con tanta tribu que no sé si soy o no, si quiero o no quiero ser. Y desde esa confusión, desde esta NO identidad, escribo y escribiré lo que me venga en gana. Sin corrección formal, política o cultural. Sin filtros ni delicadeza, sin otra pretensión que escribir por escribir, que no todo es trabajar. Veamos que sucede.